El arte de representar personajes de cómics, series animadas o videojuegos cautiva a jóvenes dominicanos.
El cosplay o el arte de encarnar personajes de ficción de cómics, series animadas o videojuegos cautiva a muchos jóvenes dominicanos que invierten en esta actividad el tiempo libre que les dejan el trabajo y los estudios. Se les puede ver en eventos dedicados a cómics y videojuegos, atrayendo miradas con sus llamativos disfraces.
Este pasatiempo, cuyo nombre surge de la contracción de los vocablos ingleses “costume” (disfraz) y “role-play” (juego de roles), brinda a sus seguidores la oportunidad de hacer nuevos amigos, desarrollar su creatividad y divertirse.
Para sumarse a la comunidad cosplay “bastan las ganas de divertirse y aprender nuevas cosas”, dice la cosplayer Leidy Peña Ramírez, conocida en este ambiente, al que ingresó en 2006, como Lela Meihan.
Pero también se necesita tiempo, recursos y dedicación. Algunos atuendos exigen meses de preparación, pues ciertos accesorios se fabrican a mano o se encargan por Internet.
¿Qué tiene de especial el cosplay que conquista a tantos jóvenes? Dos cosplayers nos lo cuentan.
De la fantasia a la realidad Historietas, animación y videojuegos sirven de inspiración a los aficionados del cosplay, quienes se disfrazan para dar vida a populares personajes que pasan así de la fantasía a la realidad.
Para un resultado final que enorgullezca al cosplayer y llame la atención de los espectadores, se necesita un proceso de preparación que toma tiempo y esmero: se inicia con la elección y estudio del personaje; pasa por la selección, compra o elaboración de los disfraces y concluye con la personificación, casi siempre en eventos especiales dedicados a este arte.
Para los cosplayers bien vale la pena el esfuerzo. Disfrutan cada paso del proceso: se divierten, desarrollan su creatividad y hacen nuevos amigos en las convenciones y concursos. Además, como dice la cosplayer dominicana Leidy Peña Ramírez (mejor conocida como Lela Meihan): “Ver la sonrisa en el rostro de las personas al ver encarnado su personaje favorito no tiene precio”.
Las también cosplayers Carolina Angulo y Yanina Rodríguez cuentan a LISTÍN DIARIO cómo escogen y preparan sus personajes y qué ventajas han encontrado en este pasatiempo.
‘Me ayuda contra el estrés’
CAROLINA ANGULO
¿Cuándo y cómo te inicias en el cosplay?Me inicié en el cosplay en el 2010, en el evento que se realiza cada dos años o anual en nuestro país llamado J-Fest. Mi primer cosplay fue Chun Li, del videojuego “Street Fighter”. Participé ese año y, gracias a Dios, pude lograr el primer lugar en la categoría individual.
¿Qué es lo que más te gusta de este arte? Desde pequeña nunca me gustó jugar con muñecas Barbie (risas); simplemente mi encanto fue un Super Nintendo. Me encanta disfrazarme de personajes de videojuegos, sobre todo los favoritos, y poder interpretar este arte es un sueño hecho realidad.
¿Qué talentos o condiciones se necesitan para ser cosplayer?
Mi opinión personal es que se necesita parecerse físicamente por lo menos un 40% al personaje, saber su historia, sus gestos... Si posees un talento adicional, como baile, teatro o alguna habilidad física, es un ‘plus’ a la hora de presentarse.
¿Qué criterios usas para seleccionar los personajes que representas?
Primero que sea especialmente un personaje de videojuegos, que me guste su personalidad y que me asemeje físicamente.
¿Cuál es tu personaje favorito?
Mi personaje favorito es Bayonetta. Me encanta su personalidad. Es atrevida, divertida. Ella baila cuando ataca a sus enemigos y el juego es espectacular.
¿Cuánto tiempo puede tomarte preparar un personaje?
Eso depende de la dificultad del personaje, pero yo me tomo dos o tres meses planificando.
¿Por qué crees que vale la pena invertir esfuerzo, tiempo y dinero en un arte tan efímero?
Diría que todo a su medida, el exceso hace daño. Si tienes la posibilidad de gastar para este arte, se gasta; si te afecta mucho económicamente, es mejor medirse. Vale la pena, porque la vida es una y se disfruta bastante, conoces nuevas personas y nuevas amistades. Es algo hermoso para recordar y sobre todo supersano.
¿Qué les dirías a aquellos que opinan que el cosplay es un pasatiempo para personas ‘sin oficio’?
Todos tenemos un pasatiempo. Yo tengo dos empleos, y esto me ayuda a combatir el estrés diario.
¿Qué te ha aportado el hacer cosplay?
Combatir el estrés, reconocimiento internacional (revistas y páginas), venta de accesorios, nuevas amistades y, sobre todo, lo más importante: divertirme.
‘Me ha dado amigos inmejorables’
YANINA RODRÍGUEZ
¿Cuándo y cómo te inicias en el cosplay?
Todo empezó en noviembre de 2012, en una feria de videojuegos a la que fui con mi novio, donde lo que más me llamó la atención fueron los cosplayers (en ese momento no tenía idea que se llamaban así). Reconocí algunos personajes y al verlos me di cuenta de que no eran simplemente personas disfrazadas, sino que iba mucho más allá. La perfección de los trajes, la escenificación de las posturas, gestos y actitudes de los personajes trascendían lo que llevaban puesto. Quedamos fascinados con el espectáculo. A raíz de esto, nos entusiasmamos tanto con la idea de conocer más sobre este “nuevo mundo” que investigamos sobre los próximos eventos y no nos perdimos ni uno a partir de ahí. Me empapé de todo y poco después empezaron las ganas ya no solo de disfrutarlo como espectadora, sino de personificar algunos personajes. Fue en noviembre de 2013 que hice mi primer cosplay (Ryuko Matoi, de “Kill la Kill”) para uno de los eventos más esperados en el medio.
¿Qué es lo que más te gusta de este arte?
Ir a las convenciones, grandes o pequeñas, con o sin cosplay. Siempre hay algo nuevo y llamativo que ver. Me gusta mucho disfrutar los trabajos de todos, observar cómo disfrutan su personificación y la de los demás, las sorpresas con las que siempre te encuentras, los personajes que reconoces y te gustan o los que no sabías que existían, pero te encantan como están hechos.
¿Qué talentos o condiciones se necesitan para ser cosplayer?
Simplemente tener la motivación y la dedicación de hacerlo. Algunos son muy buenos haciendo sus propios trajes; otros son mejores haciendo sus ‘props’ (accesorios) o manejándose en el escenario.
¿Qué criterios usas para seleccionar los personajes que representas?
Antes que nada, que el personaje me guste. A veces puede llamarme la atención un personaje por el vestuario o por como se ve, pero al momento de conocer más sobre su forma de ser, si no comparto su actitud, lo desestimo. Esto no significa que todos los personajes que haga sean heroínas, simplemente si choca suficiente con algún aspecto moral mío, ya sea en vestuario o actitud, no lo hago. También me gusta darle importancia al parecido físico que pueda tener el personaje conmigo.
¿Cuál es tu personaje favorito?
Sería Totoro, de “Mi vecino Totoro”, una película infantil japonesa de Studio Ghibli. Totoro me cautivó desde el primer momento que lo vi en la película, por lo tierno y cariñoso que es, es la mascota perfecta, toda la historia y la animación es simplemente perfecta.
¿Cuánto tiempo puede tomarte preparar un personaje?
Todo depende del diseño del personaje, su vestimenta y sus accesorios. Muchas veces lo que más retrasa son los pedidos de algunas de las cosas por Internet o la elaboración de los ‘props’ (armas y accesorios) que hay que tallar, pintar y lijar. Se puede durar desde un mes hasta un año, pero hasta el cosplay más simple hay que planificarlo con suficiente tiempo (al menos 3 meses), ya que a veces algunas cosas vienen desde muy lejos y toman mucho tiempo en llegar. Se da el caso de que cuando llega algo que pedimos pensando que sería la opción correcta, lo vemos y notamos que no es del color o la forma esperada y hay que iniciar todo el proceso otra vez.
¿Por qué crees que vale la pena invertir esfuerzo, tiempo y dinero en un arte tan efímero?
Por la satisfacción de haberlo hecho y haber disfrutado cada paso. Se termina agotado al final del día, pero increíblemente feliz y ese sentimiento solo hace que valga la pena.
¿Qué le dirías a aquellos que opinan que el cosplay es un pasatiempo para personas ‘sin oficio’?
Que esto no es necesariamente cierto; de hecho, la mayoría de los cosplayers que conozco, y esto abarca a los más destacados del país, son también destacados en otras áreas fuera del mundo del cosplay. La mayoría son buenos profesionales o con excelentes aspiraciones para el futuro. Simplemente hay que entender que esto es un hobby y como todo hobby es algo que disfrutamos hacer en el tiempo libre.
¿Qué te ha aportado el hacer cosplay?
Me ha ayudado bastante en el manejo de la timidez (en este grupo desde que entras todos te tratan como si te conocen desde siempre) y ha aumentado mis niveles creativos, imaginación y capacidades hasta para maquillarme, pero lo más importante es que me ha hecho encontrarme con esta comunidad de personas maravillosas, amables y siempre dispuestas a ayudarte en lo que sea, de donde he sacado un puñado de amigos inmejorables.